¿Por qué su ahumador no enciende o se apaga solo?
Publicado en 10 febrero 2024Resumen: En este artículo veremos las razones por las que el ahumador del apicultor no se enciende o se apaga en el colmenar, causando una gran frustración o, peor aún, dejando al apicultor expuesto a las picaduras de las abejas.
El ahumador que no enciende, o que se apaga.
¿Qué apicultor no ha vivido el momento en que, a pesar de sus esfuerzos, su ahumador no se enciende? O peor aún, el momento en que lo necesita desesperadamente en el colmenar, y se niega a fumar, a pesar de la repetida presión a alta velocidad sobre sus fuelles? Analicemos estos problemas. ¿Fue culpa del apicultor? En primer lugar, ¿se equivocó de combustible? El apicultor suele elegir entre los distintos combustibles disponibles para encender el ahumador. El abanico es amplio: los habitantes de las ciudades utilizarán fácilmente papel de periódico, cartón o cartones de huevos, mientras que los habitantes de las zonas rurales recurrirán a combustibles "naturales" como heno, paja, líquenes, agujas o piñas de pino, arpillera o virutas de madera. Una vez que ha encontrado el combustible que necesita, lo enciende con un mechero, lo coloca en su ahumador y empieza a bombear. Aparecen algunas llamas, o más a menudo, algunas fumarolas. El fumador está fumando, así que está encendido, se dice a sí mismo. El apicultor añade entonces su combustible habitual. Pellets comerciales, pellets de madera, pellets de lavanda, pellets de paja, o combustible recogido de paja, heno, piñas, agujas de pino, virutas de madera, musgo seco, trozos de ramas. Entonces empieza a bombear con su fuelle, salen unos cuantos humos, luego nada más. Vacía el ahumador y vuelve a empezar. Al no conseguir encender repetidamente su ahumador, el apicultor prueba las soluciones que se le ofrecen: barritas de encendedores, sopletes, rollos de cartón, etc. Estas soluciones no sólo son caras, sino que además hay que mantenerlas, es decir, reponer las existencias o hacer frente a las averías del soplete. La obstrucción del filtro del preinyector de gas es frecuente, al igual que los fallos del encendedor piezoeléctrico. Al problema de la dificultad para encender o apagar el ahumador en el colmenar, se añaden nuevos problemas provocados por estas pseudosoluciones. ¿Se ha equivocado el apicultor al elegir el combustible de encendido? Probablemente no. ¿Por qué? Porque sus compañeros le han dicho qué tipo de combustibles de ignición utilizan, y consiguen encender sus ahumadores sin problemas. A veces. Entonces, ¿qué es lo que no funciona?
Trucos para encender su ahumador apícola.
De hecho, que el combustible de encendido eche humo no significa que el ahumador se haya encendido realmente. Cualquiera que haya encendido un fuego en una barbacoa, chimenea o estufa de leña sabe que para que el fuego prenda es necesario crear brasas rojas, que calientan el combustible. Lo mismo ocurre con el ahumador. Necesitas crear una bola densa y brillante en el ahumador, antes de añadir otro combustible. Pero veremos más adelante que esto no es suficiente. Para crear esta bola incandescente, hay que poner suficiente combustible, y empaquetarlo al principio de la combustión, mientras se sigue bombeando en el fuelle, añadiendo más combustible según sea necesario. Es fácil de decir, pero no de hacer. ¿Por qué? No es fácil apisonar el combustible al principio de la combustión, porque por un lado las llamas son tenues y apisonar significaría sofocar el fuego, y por otro lado hay que bombear con una mano y apisonar con la otra, con un ahumador tambaleándose en el extremo del brazo. El bombeo de aire casi siempre se detiene justo cuando el encendido más lo necesita. De ahí los fallos de encendido, o el encendido insuficiente.
Defectos en los ahumadores apícolas.
Pero eso no es todo. La calidad del equipo también entra en juego en el momento del encendido. Hay que decir que la mayoría de los ahumadores comerciales petardean. Están bombeando, ¡gran cosa! El aire sale por el agujero por el que entró. En los peores casos, el orificio del fuelle y el del ahumador ni siquiera están enfrentados.
Es muy fácil detectar estos sopladores. Hay ceniza y bistre alrededor del orificio de soplado del fuelle.
Recapitulemos: para poder encender su ahumador correctamente, necesita un dispositivo que no sople hacia atrás, y necesita poder encender el fuego y apisonar suavemente el combustible con ambas manos, lo que no es posible con un ahumador de fuelle.
Tenga en cuenta de paso que los fuelles aspiran aire la mitad del tiempo y, por lo tanto, no soplan.
Antes hemos dicho que es necesario, pero no suficiente, conseguir que la bola de combustible arda y esté caliente. Cualquiera que haya encendido un fuego en una chimenea vieja lo sabe. La chimenea también debe "dibuja". En otras palabras, el humo y el aire caliente que escapan por los conductos de humos atraen una corriente de aire fresco que activa automáticamente la combustión.
Al calentarse, el aire se expande, es decir, adquiere más volumen que en su estado inicial, se vuelve menos denso y asciende. Los globos aerostáticos utilizan este principio. Llenos de aire caliente menos denso en su interior que el aire atmosférico exterior, se elevan como una burbuja de gas en el agua.
Las chimeneas que no "dibuja" devuelven el humo a la habitación. Y el fuego se apaga.
En el caso de los fumadores de mala calidad, el humo que sale no deja entrar suficiente aire fresco para activar la combustión, y el fuego acaba apagándose. De ahí todos esos ahumadores que se apagan en el colmenar.
Para compensar este defecto, el apicultor tendrá que bombear y bombear de nuevo sobre su fuelle. Si no bombea enérgicamente durante al menos tres minutos, su ahumador no se encenderá correctamente.
Los combustibles adecuados para los ahumadores apícolas.
Algunas personas cargan sus ahumadores con el mismo combustible de encendido de baja densidad: paja, heno, agujas de pino o cartón. Su ahumador se calienta demasiado, produciendo humo demasiado caliente, y su combustible se agota rápidamente, por lo que tienen que recargar con frecuencia en el colmenar. Para una o dos colmenas, esto no es un problema, pero en cuanto supera las cinco colmenas se convierte en uno. En su lugar, será más apropiado utilizar un combustible denso. Los pellets de madera y alfalfa en mezcla tienen la gran ventaja de no alquitranar como otros pellets, paja o lavanda por ejemplo. Éstos harán que el cono se pegue al cuerpo de su ahumador, derramando alquitrán sobre el cuerpo. Esto hará que sea extremadamente difícil abrir su ahumador.
Elegir el ahumador apícola adecuado y fácil de encender.
Ahora que sabe qué hacer, la elección es suya. Encuentre el aparato adecuado que no retroceda e que "dibuja" la combustión, encienda con paciencia y bombee con energía para encender realmente su ahumador. Utilice primero un combustible de arranque y después un combustible denso que dure todo el día. También puedes optar por hacerte la vida más fácil. Utilice Zephyr, un ahumador que no retrocede, que dispara y cuyo soplador le deja las dos manos libres para encenderlo, apisonar el combustible de encendido, verter el combustible principal, añadir su tapón de hierbas verdes para condensar los alquitranes y enfriar el humo. Además de estas ventajas, Zephyr también le permitirá ahumar sus abejas con sólo inclinar la unidad y barrer rápidamente la parte superior de los cuadros. La producción de humo se detiene automáticamente cuando el aparato se coloca en posición vertical.